La oratoria

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La palabra es la manifestación más elevada de la naturaleza humana. Ella expresa una idea, que puede generar otras ideas. En este sentido, la conversación es un juego que consiste en lanzar ideas.
El arte de hablar y escribir correctamente ha sido definido como Gramática. Sin embargo, muchas personas que conocen sus reglas exactamente, no poseen facilidad de expresión.
Por eso es que, desde hace algunos años, surgió la conciencia de una ORATORIA PRÁCTICA, que conservando los elementos de la Retórica (arte del buen decir), se introdujo en las variables más importantes de la conducta humana.
La Psicología, la Sociología, la Filosofía, las Ciencias de la Educación y otras disciplinas humanísticas importantes, aportaron elementos que permitieron el avance. Hoy la Oratoria (ya como disciplina independiente), se encuentra en condiciones de afirmar que LA CAPACIDAD DE EXPRESIÓN PUEDE MEJORARSE MEDIANTE PRINCIPIOS.
PRINCIPIOS
1. NO ABANDONAR EL TEMA: La disertación debe tener un objetivo y hay que avanzar hacia él en forma progresiva. Sin embargo, existe el peligro de que al enriquecer la charla con ejemplos y referencias, el disertante se aparte del tema central. Es necesario que el orador persista en su tema; evitando al mismo tiempo interrupciones, cuando éstas deriven la cuestión hacia temas tangenciales.
2. ORIENTACIÓN: Los aportes de los oyentes resultan muchas veces positivos y ayudan al orador. Pero, en ciertas ocasiones, hacen que el discurso entre en un cauce trivial, o se aparte del primitivamente propuesto. Existen procedimientos para encauzar la conversación que puede utilizar el orador, por ejemplo decir “…sus palabras me traen a colación…”, o ”…eso me recuerda…”. Cualquier procedimiento empleado debe ser cuidadosamente escogido a efectos de no ofender al oyente.
3. IDEAS Y TEMAS: Las primeras surgen en función de la experiencia y de la habilidad para manejarla. La persona que tiene ideas puede apelar a ellas en cualquier momento. No se puede sostener una conversación si no se tiene algo que decir; todos tienen una interesante gama de conocimientos, pero generalmente permanecen latentes y sin utilización.
En cuanto al tema, debe ser uno sobre el que el orador tenga una posición formada, que pueda hablar con autoridad y al mismo tiempo le apasione. De todo se puede hablar, pero los temas debe buscarlos el orador dentro de sí mismo, más concretamente debe recurrir a:
a) Sus experiencias
b) Sus creencias
c) Sus estudios
d) Sus proyectos
e) Sus emociones
f) Sus sentimientos
g) La experiencia ajena
4. EJEMPLOS: Generalmente el orador trata que su discurso “penetre” fácilmente en el auditorio, y choca con el inconveniente de la abstracción de sus ideas. La correcta ejemplificación, con relatos y objetos concretos, soluciona el inconveniente y clarifica la exposición.
Un orador puede decir “Los escritores argentinos son muy inteligentes”. Podría suceder que algún oyente conozca algunos escritores que no participen de esa cualidad y no creyera en el juicio del orador. Entonces, sería más correcto decir: “Los escritores argentinos, como por ejemplo NN, XX, etc., son muy inteligentes”. Además podría aportar algunos datos sobre la personalidad de esas figuras que refuercen su concepto sobre ellos.
5. COMPARACIONES: Este principio consiste en buscar elementos conocidos por el auditorio, que tengan analogía con el tema del orador. La comparación puede ser, por ejemplo, entre el funcionamiento de un radar y el rebote de una pelota o “es tan inquisitivo como un rayo X”, o “es tan alto como un obelisco”, etc.
6. CONTRASTES: Su uso tiene los mismos efectos que el principio anterior, pero se basa en el caso inverso. Es decir, debe buscarse alguna relación llamativa entre dos elementos para captar la atención del auditorio. Por ejemplo el siguiente relato: “hace 70 años se encontró en un lago de la India un terrible monstruo que medía 120 metros de largo, 15 de ancho y 22 de altura, siendo su peso aproximado de 100 toneladas, pero su cerebro apenas tenía el tamaño de una bola de billar”.
7. ESTADÍSTICAS: Su perfecta utilización constituye una valiosa ayuda para el orador. Sin embargo, una gran cantidad de datos estadísticos intercalados en la exposición puede llegar a aburrir al auditorio, por lo cual éstos deben ser utilizados con un criterio adecuado.
8. DETALLES: Su eficiente uso da brillo a la exposición, pues presenta un paisaje muy difícil de olvidar. Una misma disertación puede ser enfocada como un relato objetivo de los hechos, o matizada con una serie de detalles que amplíen o mejoren la exposición.
Sin embargo, la experiencia ha demostrado que el uso incontrolado de los detalles produce aburrimiento y alejamiento de la idea central.
Veremos dos maneras de decir lo mismo, con la diferencia del uso de detalles.
a) “Recién cuando el vecino me avisó, me di cuenta del incendio en la casa contigua a la mía. Fue un gran desastre, especialmente por las pérdidas materiales. Por poco no hubo víctimas”.
b) (con detalles) “Dormía plácidamente en mi habitación cuando golpearon desesperadamente a mi puerta. Con no poca dificultad y rabia me levanté de la cama y llegué hasta la puerta. Al abrirla, vi a mi vecino haciendo gestos que no comprendía. Luego de un instante, se tranquilizó y me avisó que se incendiaba la casa de pensión contigua a nuestro edificio. Recién al mediodía los bomberos lograron controlar el fuego; el cuadro era tremendo. El efecto del fuego y del agua, había destrozado y arruinado todo el mobiliario de la casa; nada quedó en pie. Pero afortunadamente, al iniciarse las primeras llamas, los inquilinos de la pensión alcanzaron a huir, salvando así, milagrosamente, sus vidas”.
Como se puede apreciar, existe una gran diferencia entre estos dos discursos.
Pero también en este párrafo se aprecia que el uso incontrolado de detalles podría resultar negativo.
9. TESTIMONIOS: En los discursos basados en relatos e informaciones, es necesario valerse de testimonios que aseveren la veracidad de lo expuesto. Estas pruebas deben ser, por supuesto, conocidas por el auditorio. Otra forma de utilizar testimonios es la referencia a opiniones de personas importantes o muy conocidas, lo cual produce un respeto por la información transmitida.
10. CRECIMIENTO DE LA IDEA: El orador debe pensar continuamente en las posibles mejoras y ampliaciones que pueden tener sus ideas. Ya se encuentre en su trabajo, en su hogar, o en cualquier instante, pueden acudir a su mente pensamientos que enriquezcan sus ideas. De esta manera las charlas adquieren un tinte auténticamente personal, al darle al inconsciente la posibilidad de hacer conexiones ingeniosas. Todo nuevo aporte a nuestra idea, debe ser anotado esquemáticamente a efectos de recordarla posteriormente.
11. INDIVIDUALIDAD: El principio anterior estaba dirigido a la individualidad del discurso, que significa no copiar pensamientos ajenos sino hacer crecer las propias ideas hasta transformarlas en creación individual. En primer lugar las ideas deben buscarse dentro de uno mismo, tal como vimos en el principio correspondiente. Pero también se puede motivar el crecimiento de la idea, organizando debates y discusiones con amigos, y rescatando lo positivo de los pensamientos de otras personas.
12. ORGANIZACIÓN DEL MATERIAL: Dada la importancia fundamental que reviste este principio, en este material hemos dedicado una clase especial a su estudio, y a ella nos remitimos.
13. AUDITORIO: El conocimiento de las características del grupo ante el cual el orador debe exponer es tan importante que llega a decidir la forma y el fondo de los discursos. Los datos que interesan del auditorio son, entre otros, su interés por el tema (el porqué), su nivel social, económico, educacional, intelectual, etc. De todos estos elementos el orador debe inferir cuál será la probable reacción del grupo ante él (hostil, neutro o amistoso).
“La capacidad del auditorio define la profundidad con que se exponen los temas”.
14. LENGUAJE UTILIZADO: Relacionado con el principio anterior, consiste en las características del léxico a utilizar. Este puede ser técnico, científico, simple, etc. La elección está determinada por el tipo de auditorio.
Una conferencia sobre anatomía será expuesta con diferente lenguaje según el auditorio sea de profesionales médicos o de estudiantes secundarios.
A continuación expresaremos un concepto económico con palabras técnicas y luego con léxico común a fin de verificar las diferencias entre ambos.
a) “En competencia perfecta, el precio está dado por la intersección de las curvas de la Oferta y la Demanda, proyectadas sobre un eje de coordenadas cartesianas”
b) “Cuando se conocen todos los compradores y vendedores, y ninguno de ellos puede fijar el precio por su cuenta, (competencia perfecta), dicho precio es establecido como si hubiera un acuerdo tácito entre las dos partes, y ninguno lo modifica”.
15. ADAPTABILIDAD: Una vez que el orador conoce perfectamente el tipo de auditorio que le ha tocado, debe estar facultado intelectualmente para adaptarse al mismo. Los oradores experimentados tienen un sentido especial para adaptarse a los cambios anímicos del auditorio durante el discurso. Un aspecto muy relacionado con la capacidad de adaptarse a nuevas circunstancias en el discurso es el dominio de un principio muy importante:
16. IMPROVISACIÓN: Siempre está la posibilidad de que en algún momento, cualquiera deba hablar sobre un tema que previamente no conocía. En estos casos debe improvisarse. Sin embargo, la improvisación nunca es total, siempre se acude a algún elemento adquirido con anterioridad. Pero esta experiencia hay que saber utilizarla, y un método sencillo y práctico es:
a) Estar mentalmente preparado para improvisar en cualquier reunión
b) Relacionar rápidamente el tema con alguna experiencia personal
c) Relatar la experiencia y luego continuar con el desarrollo del discurso.
Supongamos que a un orador le piden que hable sobre los “Ruidos molestos” en una reunión a la que concurrió sin saber que debería exponer ese tema. Siguiendo las técnicas descriptas, debe empezar: “Hace unos quince días, me encontraba en la casa de un amigo; un departamento sobre la calle Viamonte en un primer piso. La cercanía a varias oficinas públicas, especialmente los Tribunales, y la hora de gran movimiento de vehículos, hacían de esa visita algo insoportable…“ Luego le resultaría muy sencillo esbozar una crítica a los ruidos molestos y sintetizar los conceptos fundamentales sobre el tema.
Un orador que cultive el arte de la improvisación habrá desterrado la rigidez e inflexibilidad en sus exposiciones.
Existen algunos ejercicios que ayudan a mejorar la capacidad de improvisar.
a) Desarrollar diariamente cinco temas distintos durante un minuto cada uno, sin preparación anterior.
b) Reunirse con un grupo de amigos y practicar el cuento encadenado, que consiste en un relato comenzando por alguno de los presentes y continuando sucesivamente, sin pausas, por los demás uno a uno.
c) Otro ejercicio, en grupo, consiste en agregar ideas a un concepto central. Por ejemplo, que cada uno diga un pensamiento distinto al de los demás, referido a un objeto o situación.
17. OCASIÓN: Es un principio de la oratoria conocer la ocasión y circunstancias en que se desarrollará el discurso. Son puntos importantes a tener en cuenta por el orador los siguientes:
a) Naturaleza de la ocasión
b) Tiempo acordado para exponer
c) Tamaño, acústica y ayudas visuales en la sala
d) Cantidad de oyentes
e) Si es el único orador o, de lo contrario, en qué orden hablará
f) Temas que tocarán los demás oradores, si los hay
18. SINCERIDAD: Todos los conceptos que vierta el orador, deben ser fiel reflejo de su forma de pensar. Para ello, juega un papel fundamental la elección del tema, pues debe ser uno realmente sentido por el orador. Esto da una dosis afectiva al discurso que despierta un interés en los oyentes muy superior al del mero conocimiento intelectual del tema por el expositor.
19. CONFIANZA: Es condición necesaria para no fracasar como orador. La forma de lograrla está desarrollada en una clase especial de este tomo, a la cual nos remitimos (El Miedo Oratorio, como enfrentarlo).
20. IMAGINACIÓN: El buen orador debe tener una buena dosis de imaginación. Es una facultad que permite poner nuevos matices a nuestras ideas.
21. SENTIDO DEL HUMOR: Es un arma que, sabiéndola utilizar, se convierte en un gran aliado del orador, al despertar y mantener la atención de los oyentes. En un capítulo de este tomo el lector encontrará mayores explicaciones sobre el discurso humorístico.
22. SENSIBILIDAD: Constituye la posibilidad de emocionarse durante la disertación; no debe confundirse con sensiblería. No debe abusarse de este elemento, sino utilizarse como un toque oportuno, sincero, justo y certero. Es necesario elegir el momento adecuado para la pincelada emotiva.
El buen orador debe realzar sus sentimientos; para lograrlo debe relatar alguna experiencia en primera persona pues el auditorio siempre quiere saber qué siente el orador. No finja sentimientos; pero tampoco los reprima si son auténticos.
“El puente se establece más de corazón a corazón que de cerebro a cerebro”.

2 comentarios en “La oratoria”

  1. jose orlando brizzi

    tanto ofrecer……para nada?
    es imposible descargar en forma simple este libro,¿porque lo ofrecen entonces?-gracias-jose
    la «seguridad» ,descubrir las letras,una aberracion y perdida de tiempo,lamentable.gracias.

  2. La oratoria
    Vendéis humo. No hay Dios que se descargue el libro.
    Página fake total a eliminar de favoritos.
    Decepción total…

Los comentarios están cerrados.

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